Liberalismo, de Ludwig Von Mises

Reseña de Liberalismo, de Ludwig Von Mises

(Un clásico de plena actualidad)
Fuente: https://web.archive.org/web/20160606192610/http://www.nanopoder.com.ar/libros-de-cabecera/liberalismo-de-mises.html


El ensayo Liberalismo, publicado por Ludwig Von Mises en 1927, constituye una reivindicación del liberalismo clásico del Siglo XIX que, en estos tiempos de populismo desbordado, mantiene plenamente su vigencia, a pesar de la extendida creencia de que se trata de un cuerpo de doctrina superado por el proceso histórico. El libro de Mises constituye, en ese sentido, una “vuelta a las fuentes”. Si bien fue escrito en el contexto histórico de la etapa de entreguerras, los fundamentos filosóficos, políticos y económicos que sostiene se mantienen vigentes.

Lamentablemente, esos principios ocupan un espacio muy marginal dentro de los debates políticos actuales, desplazados por concepciones basadas en ideologías colectivistas que subordinan la libertad individual –con todos sus efectos sociales subsiguientes− a las decisiones de los funcionarios gubernamentales. Pero precisamente por eso Liberalismo sigue siendo un libro de lectura recomendable. No es un libro detalladamente técnico, sino, más bien, una declaración de principios, equiparable –para analogarlo con una obra clásica de una corriente política antagónica− al Manifiesto Comunista, de Marx y Engels.

En la Introducción, el libro comienza por presentar la situación de relegamiento intelectual en la que el liberalismo se encontraba en la época de la publicación del libro, mucho menos profunda que la actual, pero que ya prefiguraba la “marea antiliberal” que se fue acentuando conforme avanzaba el Siglo XX. Luego, se adentra en la presentación de los principios humanísticos, filosóficos y políticos sobre los que la política liberal se sustenta. Lógicamente, en este segmento, el libro toca cuestiones tales como la propiedad, la libertad, la democracia, entre otros.

En la parte II, el ensayo se focaliza en los principios de política económica liberal. El eje de la argumentación desarrollada en este tramo es la comparación con los sistemas alternativos, los cuales tienen todos, como característica común, el avasallamiento del genuino ejercicio del derecho de propiedad por parte del Estado, al amparo de argumentaciones de diversa índole. Particular interés tiene el Apartado 4 de esta Sección, titulado La inviabilidad del socialismo, donde Mises explica la imposibilidad de la práctica del cálculo económico sin disponer de la orientación suministrada por el sistema de precios emanado del régimen de libre mercado.

Más adelante, Mises trata cuestiones referidas a los asuntos internacionales. Esta es quizá la parte del libro que, en su contenido concreto, más desactualizada ha quedado, no obstante lo cual cabe hacer un paralelismo con aspectos de las situaciones actuales, en particular cuando trata temas vinculados con las migraciones, los organismos internacionales, las restricciones al comercio internacional, etc.

En la Sección IV, el autor analiza las dificultades que la puesta en aplicación de una política liberal plantea. En muchos sentidos, los temas tratados en este pasaje tienen ampllia relación con circunstancias que se mantienen vigentes y aún acentuadas en la actualidad, en comparación con la época en la cual el libro fue publicado. Es evidente que el liberalismo es un sistema rechazado casi universalmente en todo el mundo, sin perjuicio de que la intensidad de ese rechazo sea mayor o menor en algunos países que en otros. Pero los fundamentos de la crítica antiliberal no han variado sustancialmente en casi un siglo y, por lo tanto, las refutaciones históricas de Mises siguen teniendo plena vigencia. Es particularmente interesante la lectura de este segmento del libro.

La quinta y última Sección del libro está destinada a analizar el futuro del liberalismo… en 1927. Mirado desde la época actual, el texto suena excesivamente esperanzado, demasiado ilusionado, poco realista. Mises siempre soñó, a lo largo de toda su vida, que las ideas liberales estaban próximas a renacer. En ese sentido, es evidente que sus esperanzas demostraron tener escasos fundamentos. Sin embargo, los argumentos en los que Mises basaba su “optimismo estructural”, siguen teniendo vigencia. Dice el autor que lo único que el liberalismo pretende “es llegar al fondo de la verdad, en el terreno que le interesa, aguzando sin descanso las correspondientes armas dialécticas, por ver si algún día, la gente llega a entender las cosas. Y, por tal vía, la única posible, al final, indudablemente prevalecerá”.

Quienes prestamos nuestra adhesión al ideario de la libertad no podemos menos que sentirnos identificados con estas ilusionadas aunque prudentes palabras de Mises, quien, aunque no haya llegado a ver en vida realizadas sus expectativas, dejó abierto un sendero que merece ser recorrido porque promete acceso a un futuro de progreso y bienestar. En ese sentido, la lectura de esta clásica –aunque no tan conocida− pequeña obra, constituye una valiosa fuente de inspiración y guía para mantener en alto los estandartes de la libertad como principio rector y fuerza propulsora del ordenamiento social.

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